sábado, 28 de enero de 2012

capitulo 26 (Último capítulo)

Se que el último capítulo no iba si no hasta el lunes pero no se me apiade de ustedes y se los voy a poner hoy (ESO QUIERE DECIR QUE EL LUNES SI PUEDO PONGO EL PRIMER CAPÍTULO DE LA NUEVA NOVELA):



11 años más tarde:
Lola narra:
Papá estoy muy nerviosa, seguro que me voy a caer con esos tacones tan altos-no es que no supiera caminar con tacones pero ese día estaba tan nerviosa-
-Ya hija ¿por qué no te vas a vestir y que Isabel y Lota te ayuden?-Lota era la esposa de mi papá se llamaba Carlota pero todo el mundo le decía Lota y era muy simpática-
-Sí buena idea.
Lota e Isabel me ayudaron a vestirme con mis mejores amigas Valentina y Ana, mi vestido era hermoso era largo blanco por supuesto, straple brillante y con encaje en la falda y un lazo blanco atrás. Me pusieron mi velo y mi corona, mis tacones súper altos blancos de 10cm (esto era una exageración los tacones no medían tanto). En el cuello tenía el relicario que me había regalado Ernesto hace ya 11 años, y me dieron mi ramo de rosas blancas y rojas. En el cabello me habían hecho unos rulos que me había amarrado en uno de esos peinados bellos que son como moños.
Por fin había llegado la hora me monte en el carro que papá había alquilado con mis amigas y llegamos a la iglesia todo el mundo ya estaba adentro sentado y Ernesto me esperaba con un esmoquin negro en el altar. Empezó a sonar la música y el cortejo empezó a entrar mi papá me agarró el brazo, en ese momento me puse muy nerviosa llegaba la hora y todo el mundo se puso de pie y entré yo. Uff que nervios tenía caminé y en cuánto vi a Ernesto sonreírme desde el altar me puse más nerviosa aún porque ese día era el día… de mi boda. Por fin llegamos y Ernesto me agarró la mano todos se sentaron y el padre dijo:
-Estamos aquí reunidos para la unión entre Lola Durán y Ernesto Martínez.
Quién se oponga a está unión que hable ahora o callé para siempre.- nadie dijo nada- Bien. Lola aceptas al señor Ernesto Martínez como tu legítimo esposo en la salud y la enfermedad hasta que la muerte los separé.
-Sí acepto-dije sin pensarlo dos veces-
-Ernesto aceptas al señoraLola Durán como tu legítima esposa en la salud y la enfermedad hasta que la muerte los separé.
-Si acepto- dijo él y me sonrió-
-Bien, entonces los declaró marido y mujer puede besar a la novia.
Ernesto me quito el velo me abrazó me cargo, porque ya media como 2mts y yo era alta pero tampoco tanto, y me dio un beso lindo y sexy, un beso que uniría nuestras vidas para siempre. Y me dijo:
-Desde ahora en adelante quiero que pasar cada día del resto de mi vida contigo, Lola.
Por supuesto me sonroje.

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