LA PLAYA:
-Y ¿la besaste?
-No Diego no pude ok- dije un poco irritado, la verdad es que me molestaba no haberla podido besar- Sonó su teléfono y pues…
-¿Qué vas a hacer para su quinta cita?
-La voy a llevar a la playa.
-Uh romántico.
-Amigo te estás pasando al lado oscuro. Eso me gusta.
-Tonto, sólo porque me vas a pagar todo lo que me debes si no.
-JA JA, pues déjame decirte que le pediré que sea mi novia Diego y entonces la apuesta terminara a fin de mes y yo la podré dejar.
-En verdad no sientes remordimiento ¿eh?
-Nop- en verdad cuando dije eso sentí un golpe en el estomago.
-¿No sientes nada por ella?¿Nada de nada?
-Nop, nada, nadita- Oh si ¿lo sentía?¡NAHH! que cosas decía.
El jueves la llame:
-¡Princesa!
-¡Princesa!
-¡Manu!
-Te llamo para decirte que este fin estas ocupada solo para mí.
-Eso me gusta.
-Bien lleva ropa de playa y claro protector con lo blanca que eres.
-Claro ¡A dónde me llevas!
-Te voy a secuestrar para poder estar todos los días contigo y todas las noches.- rió y yo también-
-Te quiero Manu.
-Yo también Emi. Hasta el mañana después del colegio.
-Hasta mañana. ¿Manuel?
-¿Sí?
-¿Mi papá ya sabe?
-Sí tranquila ya le pregunte.
-Oh bueno. Está bien.
-Chao princesa.
-Chau Manu.
Y colgué no podía esperar a mañana.
El colegio se me hiso eterno. Cuándo por fin sonó a la una me cambié a la ropa de playa, short, camisa blanca pegada, ray bans y unas cholas.
Llegué a su colegio y tenía un vestidito rosado con unas cholas anaranjadas y unos lentes de son rosados también y un bolso rosado, verde, anaranjado y morado. Su cabello estaba suelto, me encantaba cuándo lo llevaba así me parecía sexy. M e bajé del carro y me sonrió llegue a su lado le di un abrazo y un beso en el cachete:
-Hola Manu ¿Qué guapo estás?
-¿Te has visto a un espejo? Tú estas hermosa, que digo hermosa ¡ESO ES POCO!- Dios me pasé otra vez mi boca hablaba sola, la chica se sonrojo toda. Nunca la había visto tan roja. Para romper el silencio me dijo-
-Gr-Graci-Gracias Manu. Eh… Esta es mi mejor amiga se llama Luna.
-Hola Manuel mucho gusto.
-Hola Luna un placer.
-¿Emi, le dijiste lo de tu cumple el viernes por la noche?
-Oh cierto se me había olvidado. Manu el Viernes es mi cumple no este, el próximo quieres venir.
-Claro linda ¿cómo voy a faltar al cumpleaños de una princesa cómo tú?
-Jejeje, bueno entonces ven a mi casa a las 8pm si quieres puedes llevar a Diego, me gustaría conocerlo.
-Tus deseos son órdenes. Diego estará allí aunque no lo quiera.
-Manuel no lo obligues por mí por favor.
-Claro, claro. Bueno vamos como supuse que tendríamos hambre hice unos sándwiches de jamón, queso, lechuga, alfalfa, tomate y zanahoria.
-Ñomi. Bueno chao Luna, hasta el lunes.
-Chau Emi pásenla bien.
-Gracias- respondimos los dos.-
Nos montamos en mi carro y comimos en silecio. Cuando terminamos de comer hablamos de un montón de cosas ella me contaba de su vida y yo de la mía excepto ese tema que todavía me dolía contar. Nos agarro una cola pusimos música pero ella se durmió eso me ayudo a reflexionar en unas cosas que me tenían rondando por la cabeza. Le contaba a Emiliana todo lo que me había pasado en mi infancia la única persona que lo sabía era Diego porque estuvo presente pero él era el único. Era como si necesitara contárselo. Decidí que se lo contaría así le pediría noviazgo. Lo haría por la apuesta claro. No por nada más, también necesitaba contarlo a alguien pero, nada más.
Por fin llegamos a mi casa de playa me estacioné y me bajé del carro. Estaba tan tierna y hermosa que no pude despertarla. Así que le desabroché el cinturón y la cargue hasta la casa abrí la puerta prendí las luces y la acosté en el sofá. Eran las cinco de la tarde, decidí esperar una hora más, porque no quería que le pasará algo por no comer yo aunque no sintiera nada por ella no quería que le pasará nada malo a ver si luego me culpaban a mí.
Por fin se despertó no sé a qué hora pero es que estaba tan entretenido mirándola dormir es que era tan hermosa de verdad su belleza era incomparable. Cuándo se levanto me dijo:
-Hola Manu, no puedo creer que me hayas cargado hasta aquí, gracias lamento no haber podido hacerte compañía, es que los viajes en carretera me dan muchísimo sueño.
-Hola Manu, no puedo creer que me hayas cargado hasta aquí, gracias lamento no haber podido hacerte compañía, es que los viajes en carretera me dan muchísimo sueño.
-Está bien es que… te ves tan hermosa durmiendo.- listo, ya lo dije.-
-Oh- se ruborizo de nuevo, me abrazó y me dio un beso en el cachete-
-Bien, ¿tienes hambre?
-Mucha.
-¿Qué quieres comer?
-Mmmm… Sorpréndeme.
-Ok.
Fui a la cocina y empecé a cocinar un bisteck con papas fritas. Por fin termine de cocinar, puse la mesa y le dije:
-A comer belleza.
-Ñomi, bisteck y papas fritas.
Comimos mientras hablábamos de un montón de cosas. Todo era hermoso cómo cuándo estaba con ella. La pasamos muy bien. Por fin terminamos y nos sentamos en el sofá hablando y hablando y le dije:
-Emi necesito hablar contigo.
-Claro Manu dime que pasó.
-Bueno- me acobarde así que le dije.- Qué eres muy hermosa.
-Jaja, tú eres súper tierno.
-Gracias.
Y me miró a los ojos ya nos yo le agarré la cintura y ella me rodeo mi cuello ella se colgó a mi cuello y lo acaricio, pero justo cuándo nos íbamos a besar llamaron a su teléfono. ¡ARG!
-¿Papi? Sí ya llegue. Yo también te extraño mucho. Saludos a las chicas. Te amo papi. Sip te llamo mañana. Buenas noches para ti también.
Era mi papá quería saber si había llegado bien y todo eso.
-Entiendo.
Bostezó.
-Tienes sueño princesita.
-Sí- dijo un poco avergonzada-
-Que dormilona eres, ya dormiste como por tres horas.
-Lo siento es que de verdad tengo mucho sueño.
-Está bien vamos a dormir.
Abrí la puerta del cuarto que tenía una cama matrimonial, yo le dije que buscaría nuestras cosas, las busqué y las puse encima de la cama. Ella me dijo que se iría a cambiar, entró al baño y regreso al cuarto con una pijama de corazones rosados que era simplemente adorable, yo suelo dormir solo con bóxers pero como estaba ella me puse unos shorts y una camisa holgada. Ella se metió en la cama y se tapo toda. Yo me metí a su lado pero no hicimos nada ni nos abrazamos ni nada sólo me dio la mano y dormimos así. La verdad es que me parecía súper cómodo y me sentía seguro estando con ella.
Me desperté sin ella, me asusté. Pero entonces entraron al cuarto, en cuanto me vio despierto sonrió y me dijo:
-Buenos días, son las 9am y si queremos disfrutar nuestro día debes vestirte ya.-reí, cómo no hacerlo ella era adorable, cómo una niña pequeña, tenía un vestidito rosado transparente y se le podía ver un traje de baño rosado con puntos blancos, se veía tan hermosa.-
-Buenos días, son las 9am y si queremos disfrutar nuestro día debes vestirte ya.-reí, cómo no hacerlo ella era adorable, cómo una niña pequeña, tenía un vestidito rosado transparente y se le podía ver un traje de baño rosado con puntos blancos, se veía tan hermosa.-
-Ya voy déjame antes prepararte el desayuno.
-Oh no te preocupes ya comí y te deje unas tostadas con mantequilla y cereal con leche.
-Ñomi.
-Bueno te espero en la cocina ¿vale?
-Sí
Y se fue yo me cambié y me puse mi traje de baño y una franela. Bajé. Ella se me quedo mirando y riendo:
-¿Qué te pasa?- pregunte con dulzura-
-Nada, es sólo que te ves demasiado bien.
- En comparación contigo nadie se ve demasiado bien.-se sonrojo, como ya era costumbre.-
Comí y ella hablaba conmigo, y yo con ella pero más que nada ella era la que hablaba porque yo comía. Cuando terminé le tomé la mano y fuimos a la playa que estaba cerca.
-¿Te pusiste protector?
-Claro, siempre.
Se quito el vestido y yo me quité la franela me agarro la mano y me tomo por lo que seguro a ella le parecía fuerza y me dijo:
-¡Vamos a nadar!
Nada más con decir eso nos salimos corriendo y yo la tomé de la cintura tipo película, la cargué tipo luna de miel y nos metimos a la playa. El mar estaba tibio menos mal porque no me gusta el agua fría. En el agua jugamos juegos acuáticos tipo yo cargarla y eso. Salimos y ya eran como la 1pm y fuimos a comer algo. Pescado. Al terminar de comer nos recostamos en las toallas y ella se puso protector de nuevo porque era súper pálida. Y puso la sombrilla que se había traído de su casa. Nos quedamos dormidos con las manos entrelazadas. Cuándo despertamos era cómo las cinco y la playa ya casi iba a cerrar. Ya no había casi gente…Así que decidí decirle todo lo que le quería decir.
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